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Cómo ayudar al bebé a andar: nuestros 6 consejos

¿Tu bebé empieza a ponerse de pie y te gustaría acompañarle en sus primeros pasos? No hace falta presionarle ni preocuparse. Hay muchas formas sencillas y naturales de ayudarle a caminar. Te damos 6 trucos para animarle... respetando siempre su ritmo

Comprender los pasos previos antes de caminar

Antes de dar sus primeros pasos, el bebé pasa por varias etapas de aprendizaje. Y cada nueva habilidad le ayuda a desarrollar la siguiente.

Como padre, es importante comprender mejor la Las etapas de la marcha de un bebé te permiten saber cuándo intervenir, cómo apoyar a tu hijo… y sobre todo, cómo dedicarle tiempo.

En esta primera parte te explicamos cómo reconocer las señales que indican los primeros pasos, cuáles son las etapas clásicas del desarrollo motor y por qué no sirve comparar a tu hijo con el del vecino.

¿Cuáles son las señales de que va a empezar a andar?

Cada bebé tiene su propia forma de descubrir el mundo. Pero ciertas acciones suelen indicar la llegada del andar. Si tu bebé se pone de pie ayudándose de los muebles, se mueve en posición de cangrejo apoyándose en el sofá o permanece de pie unos segundos sin apoyo, son señales de que queda poco.

También podría estar empezando a levantarse con los brazos o a dar pequeños pasos cogido de la mano. Otra señal común: el bebé empieza a explorar intensamente todo lo que está a su alcance. Este deseo de explorar suele estar relacionado con la próxima adquisición del andar.

A veces, los bebés prefieren gatear o caminar a gatas durante más tiempo. Esto no es un retraso, sino todo lo contrario: esta etapa es esencial para fortalecer su motricidad gruesa, su coordinación y su postura. No existe una única forma ideal de aprender a caminar, pero gatear sigue siendo una fase clave del desarrollo motor.

Lo importante es que el niño experimente a su propio ritmo, pasando por todas las etapas antes de caminar.

Desarrollo motor mes a mes

A menudo nos preguntamos a qué edad empieza a caminar un niño. Pero es más preciso hablar de un tenedor: la mayoría de los bebés dan sus primeros pasos entre los 10 y los 18 meses. Antes de eso, se adquieren otras habilidades.

Alrededor de los 6 meses, el bebé empieza a sentarse y a incorporarse. Entre los 8 y 9 meses, puede empezar a gatear o caminar a gatas. En este momento también empieza a agarrarse a los muebles para ponerse de pie. Esta etapa se conoce como la etapa de bipedestación.

Entre los 10 y los 14 meses, puede permanecer de pie unos segundos y, a veces, dar algunos pasos agarrándose de la mano. Se caerá con frecuencia, lo cual es normal. Cada caída es una experiencia de aprendizaje.

Cada bebé tiene su ritmo y no hay que comparar

En los parques o en las guarderías, las comparaciones entre niños son frecuentes. Sin embargo, rara vez son útiles. Cada niño tiene su propio ritmo, influenciado por su morfología, su motivación o incluso sus intereses.

Algunos niños son cautelosos y prefieren observar durante un buen rato antes de intentarlo. Otros son más atrevidos, pero su marcha será más inestable al principio. Un bebé que camina de puntillas, por ejemplo, puede hacerlo por curiosidad o por juego. No hay de qué preocuparse si es ocasional.

Lo importante es proporcionar un entorno tranquilizador, adaptado a la libertad de movimiento, sin forzarlo ni interrumpirlo innecesariamente. Y sobre todo, no lo olvides: que a los 14 meses aún no camine no significa que haya un problema. No es una carrera, y la mejor manera de ayudarlo es respetar su ritmo.

Nuestros 6 consejos para ayudar a tu bebé a caminar con confianza

Ayudar a tu bebé a dar sus primeros pasos no significa "enseñarle" a caminar. Se trata más bien de brindarle las condiciones adecuadas para que quiera dar el paso. El ritmo adecuado es suyo. Pero tu papel es animarlo, brindarle un entorno tranquilizador y, sobre todo, confiar en él.
A continuación te dejamos 6 sencillos consejos para acompañarlo.

1. Crear un entorno seguro y estimulante

Un bebé que se siente seguro se atreve a explorar. Por eso, un espacio luminoso, despejado y sin obstáculos se convierte en una verdadera invitación a moverse. Elige alfombras en el suelo, guarda cualquier objeto tirado (sobre todo cables o muebles inestables) y evita los rincones demasiado duros para tu bebé.

Instintivamente, tu bebé querrá acercarse a lo que le gusta: un peluche, una luz suave, tu voz. Al jugar con señales visuales y emocionales , lo animas a probar cosas nuevas... sin que se dé cuenta.

2. Promover el juego en el suelo y la libertad de movimiento

A menudo se subestima la importancia del suelo en la etapa de caminar. Cuanto más tiempo libre pase un niño en el suelo, sin estar limitado por una hamaca o un parque infantil, más desarrollará sus músculos, su coordinación y su percepción espacial.

Esto se llama movimiento libre: permites que tu bebé se mueva a su manera, sin guiarlo ni obstaculizarlo. Por ejemplo, si prefiere gatear en lugar de caminar a gatas, déjalo que lo haga. Cada movimiento lo acerca un poco más al equilibrio.

3. Animar, no forzar

No a todos los bebés les gusta que los animen de la misma manera. Algunos necesitarán tus brazos para ayudarlos a empezar. Otros preferirán que los observes a distancia, sin intervenir. Lo más importante es no forzarlos.

Si tu bebé no se pone de pie ni se sienta rápido, no es porque llegue tarde, sino porque no está listo. Con cada pequeño avance, demuéstrale que estás orgulloso de él. Tu entusiasmo es un gran motivador.

4. Utilizar soportes adecuados

¿A tu bebé le encanta moverse agarrándose a los muebles? Perfecto. Dale soportes sólidos y estables a su altura. Una mesa de centro antideslizante, un sofá, un cubo de madera... cualquier cosa que le ayude a incorporarse y moverse con seguridad.

También puedes ponerte a cuatro patas frente a él para que pueda apoyarse en ti y moverse a su propio ritmo.

Por otro lado, prohíba por completo el andador. Este dispositivo no solo es peligroso, sino que está prohibido en varios países, y además afecta el desarrollo motor del niño. Obliga al bebé a inclinarse hacia adelante y a impulsarse de puntillas, sin que se desarrolle su equilibrio ni su centro de gravedad .

El andador da la ilusión de movilidad, pero en realidad retrasa la motricidad fina. Debe evitarse a toda cos

5. Dejarlo descalzo al máximo

Caminar descalzo es lo más natural para un bebé. Le ayuda a sentir el suelo, a encontrar el equilibrio y a ajustar su postura.

En casa, no dudes en dejarle desarrollarse sin calcetines, o con zapatos primeros pasos respetuosos que siguen los movimientos de sus pies.

Si te preguntas qué zapatos usar cuando tu bebé está aprendiendo a caminar, la respuesta es simple: sin obligación. Mientras tu bebé no camine al aire libre, no es necesario ponerle zapatos. Y en cuanto empiece a caminar con regularidad, elige zapatos para sus primeros pasos sean ligeros, flexibles y fáciles de poner.

6. Hacer juegos para desarrollar el equilibrio

Aprender a caminar también se puede hacer jugando. Hazle rodar una pelota, coloca un objeto un poco más lejos para que quiera alcanzarlo o diviértanse gateando juntos.

Estos pequeños juegos estimulan el deseo de moverse , fortalecen los músculos y fomentan el equilibrio.

¿Qué hago si mi bebé aún no camina?

No te preocupes si tu hijo aún no camina después de los 12 meses. Algunos bebés simplemente tardan más tiempo. Observa su progreso en las habilidades motoras, anímalo mientras se mueve por el suelo y, sobre todo, sigue confiando en él.

Si tienes alguna duda o necesitas tranquilidad, bastará con consultar a tu pediatra para aclarar cualquier pregunta. Lo importante es que tu bebé disfrute del movimiento, no la edad exacta.