9. Compra zapatos con anticipación
(y elegir una talla más grande sin volver a medirle los pies, sin reevaluar la morfología, pensando que le servirán).
Como adultos, por supuesto que podemos comprar zapatos con anticipación para la próxima temporada. Es fácil, ¡nuestra talla de zapato sigue siendo la misma!
Sin embargo, los niños crecen muy rápido y cambian de talla más o menos rápidamente según su edad.
¿Lo sabías? En promedio, y según sus picos de crecimiento, un niño:
Entre 1 y 2 años cambia de talla cada 2 a 3 meses.
Entre 2 y 4 años, cada 3 a 4 meses.
Entre 4 y 6 años, cada 4 a 6 meses.
Después de los 6 años, crece una o dos tallas al año.
Por supuesto, esto dependerá de cada niño, es solo un promedio. Los picos de crecimiento son aleatorios, no se puede saber con certeza cuándo un niño necesitará cambiar de talla.
Si al comienzo del año compramos zapatos para primavera/verano eligiendo una talla más grande que la actual, ¡podemos encontrarnos en abril con un par de zapatos que ya le quedan pequeños porque el niño ha crecido a la velocidad del rayo!
La anticipación, por lo tanto, también conlleva riesgos. Lo mejor es medir sus pies cada mes para asegurarse de que sus zapatos aún le queden bien.