Había una vez...
No es un cuento de hadas o de princesas lo que os vamos a contar. Es más bien la historia de un pequeño príncipe...
En 2005, un niñito da sus primeros pasos en el mundo moderno. Está descalzo y lo hace de maravilla. ¡Ese pequeño niño es el hijo de Maud, la creadora de Petits Pas de Géant!
Pronto, necesita zapatos pequeños para poder corretear por todas partes y explorar el mundo que le rodea. Y pronto, la cosa se complica. Maud, que le prueba zapatos en la tienda, solo encuentra lo mejor de lo mejor en cuanto a zapatos rígidos: una suela dura que no se dobla, un refuerzo en el talón, soporte en el tobillo, soporte en el arco del pie, ¡lo tenía todo! En ese momento, es normal, es lo que se piensa que es lo mejor para los niños.
Y sin embargo, el pequeño príncipe llora, ya no quiere caminar y trata de quitarse los zapatos que le impiden mover sus pies. Para Maud, era impensable ponerle este tipo de calzado a su bebé. Así que se pone en marcha para buscar cómo proteger sus pies sin dejar de permitirle moverse libremente.