Sandalias bebé: ¿buena o mala idea?

Sandalias bebé: ¿buena o mala idea?

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Cuando llega el verano, es momento de dejar que los pies del bebé respiren. Así que pensamos en comprarle unas sandalias bonitas. Pero, ¿qué necesitan realmente sus pequeños pies? ¿Qué tipo de calzado es el adecuado y cuál no lo es?

Para ayudarte a tomar la decisión correcta, en Petits Pas de Géant te explicamos qué características hacen que unas sandalias sean adecuadas para bebés.

¿Cómo son unas buenas sandalias para bebés?

Parte superior aireada: los zapatos respetuosos deben estar abiertos en la parte superior para permitir que los pies respiren adecuadamente. ¡Especialmente los de los bebés, que tienden a sudar mucho! (De hecho, puedes encontrar todos nuestros consejos para la transpiración de los pies en nuestro artículo dedicado).

Lados y puntera protegidos: los niños que aún no son expertos en movilidad necesitan tener los pies protegidos. Es muy importante para evitar lesiones en los dedos de los pies y que algunas piedrecitas pequeñas entren en el zapato. Los bebés, al tener una capa de grasa bajo el pie, sienten mucho menos las piedras que nosotros. Por lo tanto, no siempre nos avisarán si tienen una piedra en el zapato.

Es por eso que las buenas marcas de zapatos para niños crean sandalias abiertas solo en la parte superior.

¡Y es aún mejor si la suela sube hacia adelante o tiene una puntera reforzada de goma! Las sandalias son así más resistentes a los roces causados por el gateo, el andador, la bicicleta sin pedales, las actividades en el parque...

Si las sandalias que usa el bebé cumplen con estos criterios, entonces has hecho una buena elección.

Lo que hay que evitar a toda costa

Si las ves en el escaparate, en tienda, online, ¡huye! Ni siquiera te lo plantees para los pequeños pies de tu bebé. De todos modos, puedes estar seguro de que nunca las verás en www.petitspasdegeant.com

¡Los dedos de los pies al aire: no es bueno!

¿Alguna vez has visto a un niño pequeño caminar y jugar? Se arrodilla, se tumba, salta, sube escaleras en el tobogán o lo hace al revés (¡porque es más guay!). En su bicicleta sin pedales o en patinete, empuja o frena con la parte delantera de sus pies... Si sus sandalias tienen los dedos al aire, son sus dedos del pie los que van a rozar el suelo. ¡Ay, qué dolor!

Cada año, los servicios de urgencias ven uñas arrancadas y heridas que requieren de puntos. No es bonito, pero puede ocurrir muy rápidamente. Para evitarlo, cuando juegan, los niños deben llevar sandalias con los dedos cerrados. Las sandalias con los dedos al descubierto deben reservarse para actividades tranquilas: comer en un restaurante junto al mar, pasear por las tiendas... No pueden ser los únicos zapatos del verano y deben evitarse en las áreas de juegos.

¡Las sandalias de plástico: no son buenas!

Están lejos de ser cómodas porque su material roza los pies.

Además, ¡a menudo tienen una cuña! Esto debe evitarse porque modifica el centro de gravedad del bebé, es decir, cómo su cuerpo encuentra su equilibrio. Su forma de caminar también será diferente con cuñas. El cuerpo se empuja hacia adelante y son los tobillos, las rodillas y la espalda los que compensan. Esto provocará dolores que un cuerpo pequeño en desarrollo no debe sufrir.

Como alternativa, ¡en Petits Pas de Géant ofrecemos Slipstop! ¡Son zapatillas transpirables que se usan como calcetines tanto en interiores como en exteriores para casi todas las actividades: juegos en casa, en el jardín, en la terraza, en la piscina, en la playa, para deportes/gimnasia...

¡Las suelas grandes: aún peor!

Son demasiado gruesas, no se doblan y son demasiado pesadas para los pies y la espalda de los niños pequeños. Aprenderán a arrastrar los pies y esto les causará dolores de espalda... Además, también pueden lastimarse los dedos de los pies con este tipo de zapatos abiertos.

¡Las chanclas: prohibidas!

Es una gran señal de WARNING que nos gustaría colocar en medio de la página para haceros entender la importancia de no ponerle chanclas a un bebé.

No tienen nada positivo... no se sujetan bien a los pies, los niños tropiezan y tienen que apretar los pies para no perderlas. Los dedos de los pies están en peligro. Y por supuesto, ¡no son flexibles!

Este artículo sobre las sandalias era importante y necesario. Ahora sabes hacia qué tipo de zapatos dirigirte para tu bebé. ¡Abiertos en la parte superior, protegidos en los laterales y en la puntera, y por supuesto, flexibles y respetuosos!

No dudes en compartir nuestro artículo con todos los padres que estén buscando las sandalias adecuadas, ¡y avisarles sobre las malas prácticas!

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