¡Los dedos de los pies al aire: no es bueno!
¿Alguna vez has visto a un niño pequeño caminar y jugar? Se arrodilla, se tumba, salta, sube escaleras en el tobogán o lo hace al revés (¡porque es más guay!). En su bicicleta sin pedales o en patinete, empuja o frena con la parte delantera de sus pies... Si sus sandalias tienen los dedos al aire, son sus dedos del pie los que van a rozar el suelo. ¡Ay, qué dolor!
Cada año, los servicios de urgencias ven uñas arrancadas y heridas que requieren de puntos. No es bonito, pero puede ocurrir muy rápidamente. Para evitarlo, cuando juegan, los niños deben llevar sandalias con los dedos cerrados. Las sandalias con los dedos al descubierto deben reservarse para actividades tranquilas: comer en un restaurante junto al mar, pasear por las tiendas... No pueden ser los únicos zapatos del verano y deben evitarse en las áreas de juegos.