Sandalias barefoot para niños: ¿cómo elegirlas?

¿Por qué elegir sandalias barefoot para niños este verano?
El verano es la temporada de las aventuras bajo el sol, de viajes a la playa, a la piscina y a la escoleta.
Pero también es una época en la que los pies de los niños sudan más, el suelo puede estar ardiendo y los zapatos que no calzan bien pueden convertirse en una pesadilla.
Elegir un par de sandalias parece sencillo… pero en realidad puede marcar la diferencia en su bienestar.
Descalzos, la mejor opción para un buen desarrollo
No nos engañemos, si todos pudiéramos caminar descalzos todo el tiempo, sería ideal. Los pies de los niños están hechos para moverse libremente, para sentir el suelo, para adaptarse a las irregularidades del terreno.
Está científicamente comprobado: según un estudio publicado en la revista Gait & Posture, los niños que pasan más tiempo descalzos desarrollan un mejor equilibrio y una postura más natural.
Pero caminar sin zapatos respetuosos no siempre es posible. El asfalto ardiente, la grava afilada, las astillas de la terraza, la hierba seca que pica en los pies... En definitiva, hay que proteger esos pequeños pies sin encerrarlos en armaduras de cuero y goma.
Los zapatos barefoot para niños son una alternativa perfecta. Tienen una suela ultraflexible, fina pero protectora, que permite que los pies trabajen de forma natural. No comprimen los dedos y permiten fortalecer los músculos, a la vez que proporcionan protección ante las asperezas del terreno.
Zapatos adaptados al calor veraniego.
¿Alguna vez has usado sandalias de plástico a 30ºC? Si es así, sabes que es una experiencia… pegajosa.
Los pies de los niños sudan mucho más que los nuestros y una mala ventilación puede ser de lo peor.
Las mejores sandalias barefoot están fabricadas con materiales transpirables, como cuero natural o caucho natural. Algunas marcas, como Tip Toey Joey o Bundgaard , utilizan cuero curtido sin químicos, que es mucho más suave para la delicada piel de los niños. ¡No más olores, no más roces!

Sandalias barefoot y para ocasiones especiales
La primera boda o el bautizo de un niño suele ser una gran ocasión para toda la familia.
Nos tienta comprarle un par de zapatos de vestir para niños chulo, muy brillantes, muy elegantes… pero el 99% también muy rígidos.
Sin embargo, a esta edad, la comodidad debe ser lo primero. ¿Es necesario obligarlo a usar zapatos incómodos sólo por razones estéticas?
A los dos años, un niño pasa el tiempo corriendo, bailando, explorando. Una par rígido podría convertir rápidamente este momento festivo en una fuente de incomodidad.
Afortunadamente, algunas marcas ofrecen sandalias barefoot muy elegantes, perfectas para ocasiones especiales. Naturino y Froddo tienen modelos que combinan diseño refinado y flexibilidad.
Las mejores sandalias barefoot para niños este verano
Cuando buscas un buen par de sandalias respetuosas para niños, te encuentras con una cantidad astronómica de modelos. Para ahorrarte horas de búsqueda, en Pasitos de Gigante hemos seleccionado para ti las mejores sandalias respetuosas, adaptadas a las necesidades de los pies de los peques.
Probadas y aprobadas por muchos padres, estas sandalias combinan comodidad, flexibilidad y respeto por el desarrollo natural del pie.

Sandalias Igor
Si tu verano rima con playas, piscinas y juegos acuáticos, entonces las sandalias Igor son imprescindibles. Son resistentes al agua, se secan rápidamente y súper flexibles.
A diferencia de los modelos de plástico rígido, permiten que el pie se mueva sin fricciones desagradables.

Las marcas Naturino, Kickers y Bundgaard
Las sandalias barefoot para niños Naturino tienen una suela ultraflexible que respeta la forma del pie.
Kickers propone modelos ligeros y flexibles, perfectos para el verano.
Bundgaard, una marca escandinava, se centra en la simplicidad y la flexibilidad, con sandalias ideales para niños activos.

Las marcas Tip Toey Joey, Zapato Feroz y Froddo
Si buscas unas sandalias barefoot que sean bonitas, cómodas y que duren, Froddo y Zapato Feroz tienen lo que necesitas.
Tip Toey Joey, especializada en zapatos barefoot para bebés, venden sandalias ultraligeras, ideales para los más pequeños que empiezan a caminar.
Errores a evitar al elegir sandalias de bebé
Elegir sandalias de bebé para el verano puede parecer sencillo, pero no todos los estilos son iguales. Un par inadecuado puede dificultar rápidamente los primeros pasos, producir roces o dificultar la marcha.
Algunos modelos pueden incluso perjudicar la comodidad de tu hijo durante el verano y su desarrollo motor.
Aquí te contamos los errores más comunes que debes evitar para hacer la elección correcta.
Una suela rígida que dificulte los primeros pasos
Siempre nos han dicho que un buen zapato debe ajustarse bien al pie, con una suela gruesa para protección y buen soporte. Pero eso no es lo que un bebé necesita. Según los consejos de los podólogos sobre el calzado, es mejor elegir modelos que realmente permitan que los pies de los pequeños se muevan con libertad.
Una suela fina y flexible es ideal para que los músculos trabajen correctamente y el niño encuentre su equilibrio de forma natural, sin que le frene un calzado demasiado rígido.
Un par demasiado estrecho que comprima el pie.
Los pies de un bebé son redondos y regordetes. Los dedos se extienden naturalmente con cada paso para garantizar un buen equilibrio. Si se les dan zapatos demasiado estrechos, ya no podrán moverse correctamente y esto puede dificultar su aprendizaje a caminar.
Los mejores zapatos para aprender a caminar y las mejores sandalias son aquellos que respetan la morfología del pie: una horma ancha, que permite libertad de movimiento a los dedos.
Para los niños que todavía pasan mucho tiempo jugando en el suelo o aquellos que frenan con los pies (en una bicicleta de equilibrio o un vehículo pequeño, por ejemplo), es fundamental que los dedos estén protegidos mediante sandalias cerradas en la parte delantera.
Las chanclas: totalmente prohibidas para los bebés
Si tuviera que daros un solo consejo: nunca compréis chanclas o pinkies para un bebé. Lo sé, son coloridas, prácticas, fáciles de poner... Pero son un desastre para los pies de los peques.
La chancla no se mantiene en el pie: el niño debe curvar los dedos en cada paso para evitar que se resbale. Resultado: cambia completamente la forma de caminar, lo que puede provocar dolor y mala posición del pie.
Vi a un niño pequeño intentando correr en chanclas. Continuó tropezando, incapaz de mantener un paso suave. Es como intentar correr con zapatillas demasiado grandes.
Además, las chanclas no protegen, no acompañan el movimiento natural del pie. Están reservados para los adultos... y aún así.
Si buscas una alternativa ligera y fácil de poner, es mejor optar por sandalias barefoot con correa ajustable. Son igual de prácticos, pero realmente respetan el pie de tu bebé.